Acab informó a Jezabel de todo lo que ElÃas habÃa hecho y de cómo habÃa matado a espada a todos los profetas.
Entonces Jezabel envió un mensajero a ElÃas, diciendo: "¡Asà me hagan los dioses y aun me añadan, si mañana a estas horas yo no he hecho tu vida como la vida de uno de ellos!"
Se recostó debajo del arbusto y se quedó dormido. Y he aquà que un ángel le tocó y le dijo: --Levántate, come.
Entonces miró, y he aquà que a su cabecera habÃa una torta cocida sobre las brasas y una cantimplora de agua. Luego comió, bebió y se volvió a recostar.
Entonces el ángel de Jehovah volvió por segunda vez, y le tocó diciendo: --Levántate, come, porque el camino es demasiado largo para ti.
Se levantó, comió y bebió. Luego, con las fuerzas de aquella comida, caminó cuarenta dÃas y cuarenta noches hasta Horeb, el monte de Dios.