Luego colocaron el arca de Dios sobre una carreta nueva y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. Uza y AjÃo, hijos de Abinadab, guiaban la carreta nueva
con el arca de Dios, y se la llevaron de la casa de Abinadab, que estaba en la colina. AjÃo iba delante del arca.
Cuando llegaron a la era de Nacón, Uza extendió su mano al arca de Dios y la sujetó, porque los bueyes tropezaron.
Entonces el furor de Jehovah se encendió contra Uza, y Dios lo hirió allà por el atrevimiento. Y murió allÃ, junto al arca de Dios.
David se disgustó porque Jehovah habÃa irrumpido contra Uza, y llamó aquel lugar Perez-uza, hasta el dÃa de hoy.
Aquel dÃa David tuvo miedo de Jehovah y dijo: "¿Cómo ha de venir a mà el arca de Jehovah?"
David ya no quiso llevar consigo el arca de Jehovah, a la Ciudad de David. Más bien, David la desvió a la casa de Obed-edom el geteo.
El arca de Jehovah se quedó en casa de Obed-edom el geteo durante tres meses. Y Jehovah bendijo a Obed-edom y a toda su familia.
Se le informó al rey David diciendo: "Jehovah ha bendecido la casa de Obed-edom y todo lo que tiene, a causa del arca de Dios." Entonces David fue e hizo subir con regocijo el arca de Dios de la casa de Obed-edom a la Ciudad de David.
Y sucedió que cuando los que llevaban el arca de Dios habÃan dado seis pasos, David sacrificó un toro y un carnero engordado.
David danzaba con toda su fuerza delante de Jehovah, y David estaba vestido con un efod de lino.
David y toda la casa de Israel subÃan el arca de Jehovah, con gritos de júbilo y sonido de corneta.
Sucedió que cuando el arca de Jehovah llegó a la Ciudad de David, Mical hija de Saúl miró por la ventana; y al ver al rey David saltando y danzando delante de Jehovah, lo menospreció en su corazón.
Asà trajeron el arca de Jehovah y la colocaron en su lugar, en medio de la tienda que David habÃa erigido para ella. Luego David ofreció holocaustos y sacrificios de paz delante de Jehovah.
Entonces repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, tanto a hombres como a mujeres, a cada uno una torta de pan, una de dátiles y una de pasas. Y todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.