Entonces vinieron los hombres de Judá y ungieron allà a David como rey sobre la casa de Judá. Informaron a David diciendo: "Los hombres de Jabes, en Galaad, son los que sepultaron a Saúl."
Luego Abner dijo a Joab: --¡Levántense los jóvenes y compitan delante de nosotros! Joab respondió: --¡Que se levanten!
Entonces se levantaron y pasaron en número igual, doce de parte de los hijos de BenjamÃn y de Isboset hijo de Saúl, y doce de los servidores de David.
Cada uno agarró a su adversario por la cabeza y colocó su espada en el costado de su adversario, y cayeron juntos. Por esto se llamó el nombre de aquel lugar Helcat-hazurim, el cual está en Gabaón.
Aquel dÃa la batalla fue muy dura. Abner y los hombres de Israel fueron derrotados por los servidores de David.
Estaban allà los tres hijos de Sarvia: Joab, Abisai y Asael. Asael era ligero de pies como un venado en el campo.
Abner se volvió hacia atrás y preguntó: --¿Eres tú Asael? Él respondió: --SÃ, yo soy.
Entonces Abner le dijo: --Apártate a la derecha o a la izquierda. Atrapa a alguno de los jóvenes y toma para ti sus despojos. Pero Asael no quiso dejar de seguirle.
Pero Joab y Abisai persiguieron a Abner. El sol se puso cuando llegaron a la colina de Amá, frente a GuÃaj, en el camino del desierto de Gabaón.
Luego se agruparon los hijos de BenjamÃn tras Abner formando un solo escuadrón, y se detuvieron en la cumbre de cierta colina.
Entonces Abner dio voces a Joab diciendo: --¿Ha de consumir la espada para siempre? ¿No sabes tú que al final sólo habrá amargura? ¿Hasta cuándo esperas para decir al pueblo que se vuelva de perseguir a sus hermanos?
Joab respondió: --¡Vive Dios, que si tú no hubieras hablado, el pueblo habrÃa dejado de perseguir a sus hermanos desde la mañana!
Entonces Joab tocó la corneta, y todo el pueblo se detuvo. Y no persiguieron más a Israel, ni continuaron luchando más.
Abner y sus hombres caminaron por el Arabá toda aquella noche, cruzaron el Jordán, y atravesando todo el Bitrón llegaron a Majanaim.