Y sucedió que al atardecer David se levantó de su cama y se paseaba por la azotea del palacio, cuando vio desde la azotea a una mujer que se estaba bañando. Y la mujer era muy bella.
Fue el mensajero, y al llegar contó a David todas las cosas que le habÃa mandado Joab.
Dijo el mensajero a David: --Los hombres prevalecieron contra nosotros, y salieron al campo contra nosotros; pero les hicimos retroceder hasta la entrada de la puerta de la ciudad.
Al oÃr la mujer de UrÃas que su marido, UrÃas, habÃa muerto, hizo duelo por su marido.
Pasado el luto, David envió a traerla a su palacio. Ella vino a ser su mujer y le dio a luz un hijo. Pero esto que David habÃa hecho pareció malo a los ojos de Jehovah.