Y llegó a cierto lugar y pasó allà la noche, porque el sol ya se habÃa puesto. Tomó una de las piedras de aquel lugar, la puso como cabecera y se acostó en aquel lugar.
Entonces soñó, y he aquà una escalera puesta en la tierra, cuya parte superior alcanzaba el cielo. He aquà que los ángeles de Dios subÃan y descendÃan por ella.
Tus descendientes serán como el polvo de la tierra. Te extenderás al occidente, al oriente, al norte y al sur, y en ti y en tu descendencia serán benditas todas las familias de la tierra.