Éstos son los orÃgenes de los cielos y de la tierra, cuando fueron creados. Cuando Jehovah Dios hizo la tierra y los cielos,
aún no habÃa en la tierra ningún arbusto del campo, ni habÃa germinado ninguna planta del campo, porque Jehovah Dios no habÃa hecho llover sobre la tierra, ni habÃa hombre para cultivarla.
Pero subÃa de la tierra un vapor que regaba toda la superficie de la tierra.
Entonces Jehovah Dios formó al hombre del polvo de la tierra. Sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre llegó a ser un ser viviente.
El hombre puso nombres a todo el ganado, a las aves del cielo y a todos los animales del campo. Pero para Adán no halló ayuda que le fuera idónea.
Entonces Jehovah Dios hizo que sobre el hombre cayera un sueño profundo; y mientras dormÃa, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar.
Y de la costilla que Jehovah Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre.