Los dos ángeles llegaron a Sodoma al anochecer. Lot estaba sentado junto a la puerta de Sodoma, y al verlos se levantó Lot para recibirlos postrándose a tierra.
Pero antes de que se acostasen, los hombres de la ciudad, los hombres de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo, rodearon la casa.
Y llamaron a Lot y le dijeron: --¿Dónde están los hombres que vinieron a ti esta noche? Sácanoslos, para que los conozcamos.
Entonces Lot salió a ellos a la puerta, cerró la puerta detrás de sÃ
y dijo: --¡Por favor, hermanos mÃos, no hagáis tal maldad!
Ellos respondieron: --¡QuÃtate de ahÃ! --Y añadieron--: Éste vino aquà para residir como forastero, ¿y ahora habrá de erigirse como juez? Ahora te haremos a ti más daño que a ellos. Forcejeaban mucho contra el hombre, contra Lot, y se acercaron para romper la puerta.
Entonces los hombres extendieron las manos, metieron a Lot en la casa con ellos y cerraron la puerta.
Y a los hombres que estaban junto a la puerta de la casa, los hirieron con ceguera, desde el menor hasta el mayor, de modo que se fatigaban por hallar la puerta.
Aquellos hombres dijeron a Lot: --¿Tienes aquà a alguien más? Yernos, hijos, hijas; cualquiera que tengas en la ciudad, sácalos de este lugar.
Porque vamos a destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha llegado a ser grande delante de Jehovah. Por eso Jehovah nos ha enviado para destruirlo.
Entonces salió Lot y habló a sus yernos, los que habÃan de casarse con sus hijas, y les dijo: --¡Levantaos, salid de este lugar, porque Jehovah va a destruir la ciudad! Pero a sus yernos les pareció que bromeaba.
Abraham se levantó muy de mañana, fue al lugar donde habÃa estado delante de Jehovah
y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de la llanura. Y al mirar, he aquà que el humo subÃa de la tierra como el humo de un horno.
Y sucedió que cuando Dios destruyó las ciudades de la llanura, se acordó Dios de Abraham y sacó a Lot de en medio de la destrucción, al trastornar las ciudades donde Lot habÃa estado.
Lot tuvo miedo de permanecer en Zoar y se fue de allà a la región montañosa, junto con sus dos hijas. Y habitaba en una cueva con sus dos hijas.
Entonces la mayor dijo a la menor: --Nuestro padre es viejo, y no queda ningún hombre en la tierra que se una a nosotras, como es la costumbre en toda la tierra.