Entonces lo llevó fuera y le dijo: --Mira, por favor, al cielo y cuenta las estrellas, si acaso las puedes contar. --Y añadió--: Asà será tu descendencia.
Él creyó a Jehovah, y le fue contado por justicia.
Entonces Dios dijo a Abram: --Ten por cierto que tus descendientes serán extranjeros en una tierra que no será suya, y los esclavizarán y los oprimirán 400 años.
Pero tú irás a tus padres en paz y serás sepultado en buena vejez.
En la cuarta generación volverán acá, pues hasta ahora no ha llegado al colmo la maldad de los amorreos.
Y sucedió una vez que el sol se puso y hubo oscuridad que he aquÃ, apareció un horno humeante, y una antorcha ardiendo pasó por en medio de los animales divididos.