Entonces el pariente respondió:«Si es asÃ, no puedo comprar las tierras, porque no quiero poner en riesgo mi heredad. Compra tú. Te cedo mis derechos.»
Desde hacÃa mucho tiempo, habÃa una costumbre en Israel, que en una compra por rescate, una de las partes se quitaba su sandalia y se la daba al otro. Con este acto se confirmaba el trato ante todo Israel.
Asà que el pariente se quitó el zapato y le dijo a Booz:«Toma tú posesión de las tierras.»
Entonces Booz les dijo a los ancianos y a todo el pueblo:«Ustedes son testigos de que hoy le compro a Noemà todo lo que fue de su esposo Elimelec, y de sus hijos Quelión y Majlón.
Además, tomo por esposa a la moabita Rut, que fue mujer de Majlón, para que la posesión siga a nombre de su esposo muerto, y su memoria no se borre de entre sus hermanos ni de su ciudad. Ustedes son testigos hoy de este acuerdo.»
Que el Señor te conceda tener con Rut muchos hijos, como se los concedió a Fares, el hijo de Tamar y Judá.»
Asà fue como Booz tomó a Rut por esposa, y se allegó a ella, y el Señor le concedió quedar embarazada y dar a luz un hijo.
Las mujeres le decÃan a NoemÃ:«¡Alabado sea el Señor, que te concedió tener un nieto que te rescatara! ¡Su nombre será celebrado entre los israelitas!
Ese niño te infundirá nuevos ánimos, y te brindará apoyo en tu vejez. Tu nuera, que te ama y dio a luz ese niño, es de más valor para ti que siete hijos.»
Noemà tomó al niño y lo puso en su regazo, y se encargó de criarlo.