y a grandes voces gritaban: «La salvación proviene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero.»
Todos los ángeles estaban de pie, alrededor del trono y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, y delante del trono inclinaron el rostro y adoraron a Dios.
Por eso están delante del trono de Dios, y le rinden culto en su templo de dÃa y de noche; y el que está sentado en el trono los protege con su presencia.
No volverán a tener hambre ni sed, ni les hará daño el sol ni el calor los molestará,
porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los llevará a fuentes de agua de vida, y Dios mismo secará de sus ojos toda lágrima.»