Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Muchos imitarán su conducta indecente, y por causa de ellos se hablará mal del camino de la verdad.
Por su rapacidad, estos falsos maestros harán negocio con ustedes. Pero la condenación los espera desde hace mucho tiempo, y su perdición ya está en camino.
Es un hecho que Dios no perdonó a los ángeles que pecaron, sino que los arrojó al infierno y los lanzó a oscuras prisiones, donde se les vigila para llevarlos a juicio.
sobre todo a los que se dejan llevar por la depravada naturaleza humana, y andan en deseos impuros y en la inmundicia, con lo que desprecian la autoridad divina.Son atrevidos y arrogantes, y no tienen miedo de insultar a los poderes superiores.
Los ángeles, en cambio, aunque son mayores en fuerza y en poder, no se atreven a insultarlos ni a condenarlos delante del Señor.
y recibirán el castigo que merece su injusticia. Creen que el placer consiste en gozar de los deleites a plena luz del dÃa. Son una vergüenza y una deshonra, pues mientras comen con ustedes se solazan en sus propios placeres.
Su mirada está cargada de adulterio, no se cansan de pecar, seducen a los pusilánimes, su corazón está habituado a la codicia; ¡son hijos de maldición!
Se han apartado del camino recto, se han extraviado por seguir el camino de Balaam hijo de Beor, que tanto amó el premio de la maldad
que fue reprendido por su iniquidad; ¡una bestia de carga, que no podÃa hablar, habló con voz humana y puso un alto a la locura del profeta!
Éstos son fuentes sin agua, nubes que arrastra la tormenta, y para siempre les espera la más densa oscuridad.
Cuando hablan, lo hacen con palabras arrogantes y vanas; mediante las pasiones humanas y el libertinaje seducen a los que habÃan comenzado a apartarse de los que viven en el error.
Les prometen libertad, pero ellos mismos son esclavos de la corrupción, pues todo aquel que es vencido, se vuelve esclavo del que lo venció.
Gracias al conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, habÃan logrado escapar de las contaminaciones del mundo, pero volvieron a enredarse en ellas y fueron vencidos, con lo que su estado final fue peor que el primero.