Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Ustedes cruzaron el Jordán y vinieron a Jericó, y sus habitantes pelearon contra ustedes: los amorreos, los ferezeos, los cananeos, los hititas, los gergeseos, los jivitas y jebuseos, pero yo los vencà y los puse en sus manos.
Yo les he dado a ustedes tierras que no trabajaron, ciudades que no edificaron, y hasta comen de las viñas y olivares que no plantaron.â€
»Por todo esto, respeten y honren al Señor. SÃrvanle con integridad y de todo corazón. Echen fuera a los dioses que sus padres adoraron en el otro lado del rÃo y en Egipto, y que aún están entre ustedes, y en su lugar sirvan al Señor.
Estas palabras las escribió en el libro de la ley de Dios; luego tomó una gran piedra, la puso debajo de la encina que estaba junto al santuario del Señor,
y le dijo a todo el pueblo:«A partir de hoy esta piedra nos servirá de testigo, porque ante ella se han oÃdo todas las palabras que el Señor nos ha dicho. Por lo tanto, ella será un testigo contra ustedes, para que no le mientan a su Dios.»