Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que el sumo sacerdote que tenemos es tal que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en los cielos.
Él es ministro del santuario, de ese tabernáculo verdadero, levantado por el Señor y no por los hombres.
Ya nadie enseñará a su prójimo,ni le dirá a su hermano: “Conoce al Señorâ€,porque todos me conocerán,desde el más pequeño hasta el más grande.