Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
En la lista deben figurar sólo las viudas mayores de sesenta años, y que hayan tenido un solo marido;
que cuenten con un testimonio de buenas obras, como haber criado hijos, practicado la hospitalidad, lavado los pies de los santos, socorrido a los afligidos, y practicado toda buena obra.
Pero no admitas viudas más jóvenes, porque luego se rebelan contra Cristo y, llevadas por sus deseos, quieren casarse,
con lo que incurren en condenación por quebrantar su primera fe.
Por eso quiero que las viudas jóvenes se casen y crÃen hijos; que gobiernen su casa y no den al adversario ninguna ocasión de maledicencia.
Porque ya algunas se han apartado por seguir a Satanás.
Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, para no gravar a la iglesia; asà habrá lo suficiente para las viudas que en verdad lo son.
Los ancianos que gobiernan bien deben considerarse dignos de doble honor, mayormente los que se dedican a predicar y enseñar.
Pues la Escritura dice: «No pondrás bozal al buey que trilla», y: «Digno es el obrero de su salario.»
No admitas ninguna acusación contra un anciano, a menos que haya dos o tres testigos.
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles escogidos, que guardes estas cosas sin prejuicios y sin actuar con parcialidad.