Nosotros confiamos en el Señor que ustedes hacen y seguirán haciendo lo que les hemos ordenado.
Que el Señor encamine el corazón de ustedes al amor de Dios y a la paciencia de Cristo.
Hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo les ordenamos que se aparten de todo hermano que viva desordenadamente y no siga las enseñanzas que ustedes recibieron de nosotros.
Ustedes mismos saben cómo seguir nuestro ejemplo. Porque nosotros no vivimos entre ustedes de manera desordenada,
ni comimos el pan de nadie sin pagarlo, sino que dÃa y noche trabajamos muy duro y sin descanso, para no ser una carga a ninguno de ustedes.