Les dijo:«Hoy cumplo ciento veinte años de edad. Ya no puedo salir ni entrar. Además, el Señor me ha dicho: “Tú no vas a cruzar este rÃo Jordán.â€
Congregarás a todo el pueblo, es decir, a hombres, mujeres y niños, y a los extranjeros que vivan en tus ciudades, para que oigan y aprendan, y teman al Señor su Dios, y se dediquen a cumplir todas las palabras de esta ley.
AsÃ, los hijos de ellos que no conocieron esta ley la oirán, y aprenderán a temer al Señor su Dios todos los dÃas que vivan en la tierra al otro lado del Jordán, que es adonde se dirigen para tomar posesión de ella.»
Reúnan a mi alrededor a todos los ancianos de sus tribus, y a sus oficiales, que yo voy a decirles claramente estas palabras, y a poner a los cielos y a la tierra como testigos contra ellos.