entonces tus ancianos y tus jueces saldrán y medirán la distancia hasta las ciudades más cercanas al muerto.
Los ancianos de la ciudad más cercana al muerto tomarán del ganado una becerra a la que no se haya hecho trabajar ni se le haya puesto yugo,
y esos mismos ancianos llevarán la becerra a un valle escabroso, que nunca haya sido arado ni sembrado, y allà en el valle le romperán el cuello a la becerra.
Se acercarán entonces los sacerdotes hijos de LevÃ, que son los escogidos por el Señor tu Dios para servirle y para bendecir en su nombre, y el veredicto de ellos pondrá fin a toda disputa y toda ofensa.
Luego, todos los ancianos de esa ciudad más cercana al muerto se lavarán las manos sobre la becerra a la que se rompió el cuello en el valle,
y harán constar: “Nosotros nada tuvimos que ver con esta muerte, ni tampoco vimos lo que sucedió.
Señor, perdona a tu pueblo Israel, al cual redimiste, y no lo culpes de derramar sangre inocente.†Asà esta muerte les será perdonada
y, si haces lo recto a los ojos del Señor, no cargarás con la culpa de que un inocente haya sido muerto en tu medio.
»Cuando salgas a combatir a tus enemigos, y el Señor tu Dios los ponga en tus manos y tomes prisioneros,
si ves entre los cautivos una mujer hermosa y, atraÃdo por ella, la tomas por mujer,
deberás llevarla a tu casa y hacer que ella se rape la cabeza y se corte las uñas;
»Si alguien tiene un hijo testarudo y rebelde, que no atiende a la voz de su padre ni a la de su madre, y que no los obedece a pesar de que lo castigan,
entonces su padre y su madre lo llevarán ante los ancianos, a la entrada de la ciudad donde viva,
y dirán a los ancianos de la ciudad: “Este hijo nuestro es testarudo y rebelde; no atiende a lo que le decimos, y además es glotón y borracho.â€
Entonces todos los hombres de la ciudad lo apedrearán, y asà morirá, para que quites de en medio de ti el mal, y todo Israel lo sabrá y temerá.
»Si alguien comete un crimen que merezca la muerte, y lo haces morir y lo cuelgas de un árbol,
no dejen que su cuerpo se quede en ese árbol toda la noche. Lo enterrarás ese mismo dÃa, porque quien es colgado de un árbol está bajo la maldición de Dios. No contamines la tierra que el Señor tu Dios te da en posesión.