En cuanto a lo que se ofrece a los Ãdolos, es cierto que todos sabemos algo de eso. El conocimiento envanece, pero el amor edifica.
Si alguno cree saber algo, todavÃa no lo sabe como se debe saber;
pero si alguno ama a Dios, es porque Dios ya lo conoce.
En cuanto a los alimentos que se ofrecen a los Ãdolos, sabemos que un Ãdolo no tiene valor alguno en este mundo, y que solamente hay un Dios.
Y aunque haya algunos que se llamen dioses, ya sea en el cielo o en la tierra (asà como hay muchos dioses y muchos señores),
para nosotros hay un solo Dios, el Padre, de quien proceden todas las cosas, y a quien nosotros pertenecemos; y un solo Señor, Jesucristo, por medio de quien existen todas las cosas, incluso nosotros mismos.