Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Dios no desechó a su pueblo, al cual conoció desde un principio. ¿No saben ustedes lo que dice la Escritura acerca de ElÃas, de cómo invocó a Dios contra Israel, cuando dijo:
«Señor, han dado muerte a tus profetas, y han derribado tus altares. Sólo yo he quedado, y procuran matarme»?
¿Y cuál fue la respuesta divina? «Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal.»
De la misma manera, aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
Y si es por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no serÃa gracia. Y si fuera por obras, ya no serÃa gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
Como está escrito: «Dios les dio un espÃritu de estupor, y asà son hasta el dÃa de hoy. Tienen ojos que no ven y oÃdos que no oyen.»
Y David dice:«Que sus banquetes se conviertan en trampa y en red,en tropezadero y en retribución;
que sus ojos se nublen para que no vean,y sus espaldas se encorven para siempre.»
Pregunto entonces: «¿Será que los de Israel tropezaron para caer?» ¡De ninguna manera! Más bien, su transgresión redundó en la salvación de los no judÃos, para que los israelitas se pongan celosos.
Pues si su transgresión ha enriquecido al mundo, y su fracaso ha enriquecido a los no judÃos, ¡mucho más será lo que logre su plena restauración!
Ahora les hablo a ustedes, a los que no son judÃos. Por cuanto yo soy el apóstol de ustedes, honro mi ministerio.
Yo quisiera poner celosos a los de mi sangre, y de esa manera salvar a algunos de ellos.
Si algunas de las ramas fueron cortadas, y tú, que eras un olivo silvestre, fuiste injertado en su lugar y has venido a participar de la raÃz y de la rica savia del olivo,
no te jactes contra las ramas; y si te jactas, conviene que sepas que no eres tú el que sustenta a la raÃz, sino que es la raÃz la que te sustenta a ti.
Tal vez digas: «Las ramas fueron cortadas para que yo fuera injertado.»
De acuerdo. Pero ellas fueron cortadas por su incredulidad, y tú te mantienes firme por la fe. Por lo tanto, no seas soberbio, sino temeroso.
Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, tampoco a ti te perdonará.
Hermanos, no quiero que ignoren este misterio, para que no se vuelvan arrogantes. Parte de Israel se ha endurecido, y esto será asà hasta que se haya incorporado la totalidad de los no judÃos;