Antes de la fiesta de la pascua, Jesús sabÃa que su hora habÃa llegado para pasar de este mundo y volver al Padre. A los suyos que estaban en el mundo los habÃa amado siempre, y los amó hasta el fin.
El diablo ya habÃa puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que entregara a Jesús, asà que mientras cenaban
Jesús, que sabÃa que el Padre habÃa puesto en sus manos todas las cosas, y que habÃa salido de Dios, y que a Dios volvÃa,
se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la sujetó a la cintura;
luego puso agua en un recipiente y comenzó a lavar los pies de los discÃpulos, para luego secárselos con la toalla que llevaba en la cintura.