“Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado. Pero al tercer dÃa resucitará.â€Â»
Ellas se acordaron de sus palabras,
y cuando volvieron del sepulcro les contaron todo esto a los once, y a todos los demás.
Las que contaron esto a los apóstoles eran MarÃa Magdalena, Juana, MarÃa la madre de Jacobo, y las otras mujeres.
El relato de las mujeres les pareció a los apóstoles una locura, asà que no les creyeron;
pero Pedro se fue corriendo al sepulcro y, cuando miró hacia dentro y vio los lienzos allà dejados, volvió a su casa pasmado de lo que habÃa sucedido.