Pero, al llegar, vieron que la piedra ya habÃa sido removida, a pesar de que era muy grande.
Cuando entraron en el sepulcro, vieron que en el lado derecho estaba sentado un joven, vestido con una túnica blanca. Ellas se asustaron,
pero el joven les dijo: «No se asusten. Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. No está aquÃ. Ha resucitado. Miren el lugar donde lo pusieron.
Ellos fueron y se lo contaron a los otros; y ni aun a ellos les creyeron.
Finalmente se apareció a los once mismos, mientras ellos estaban sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y obstinación, porque no habÃan creÃdo a los que lo habÃan visto resucitado.
Y les dijo: «Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura.
El que crea y sea bautizado, se salvará; pero el que no crea, será condenado.
Y estas señales acompañarán a los que crean: En mi nombre expulsarán demonios, hablarán nuevas lenguas,