Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Jesús comenzó a hablarles por medio de parábolas: «Un hombre plantó una viña; le puso una cerca, le cavó un lagar, levantó una torre, y la arrendó a unos labradores. Luego se fue lejos.
A su debido tiempo, envió un siervo a los labradores para que le entregaran la parte de lo que la viña habÃa producido.
Pero los labradores lo agarraron y lo golpearon, y lo mandaron con las manos vacÃas.
¿Ni siquiera han leÃdo la escritura que dice:»“La piedra que desecharon los constructoresha venido a ser la piedra angular.
¡Esto lo ha hecho el Señor,y a nuestros ojos es una maravilla!â€Â»?
Al darse cuenta de que Jesús habÃa contado esta parábola por causa de ellos, quisieron aprehenderlo; pero como temÃan a la multitud lo dejaron y se fueron.
Luego mandaron gente de los fariseos y de los herodianos, para atrapar a Jesús en sus propias palabras.
Asà que ustedes están muy equivocados, porque Dios no es un Dios de muertos, sino el Dios de los que viven.»
Uno de los escribas, que habÃa estado presente en la discusión y que vio lo bien que Jesús les habÃa respondido, le preguntó: «De todos los mandamientos, ¿cuál es el más importante?»
Jesús le respondió: «El más importante es: “Oye, Israel: el Señor, nuestro Dios, el Señor es uno.â€
Y “amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.â€
y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más importante que todos los holocaustos y sacrificios.»
Al verlo Jesús responder de manera tan sabia, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevÃa ya a preguntarle nada.
Al enseñar Jesús en el templo, decÃa: «¿Cómo es que los escribas dicen que el Cristo es hijo de David?