Volvió el rey a enviar otros siervos, y les dijo: “DÃganles a los invitados que ya he preparado el banquete; que he matado mis toros y animales engordados, y que todo está dispuesto. Que vengan a la fiesta.â€
Pero los invitados no hicieron caso. Uno de ellos se fue a su labranza, otro a sus negocios,
y otros más agarraron a los siervos, los maltrataron y los mataron.
Ahora bien, entre nosotros se dio el caso de siete hermanos. El primero de ellos se casó y, como murió sin dejar descendencia, dejó su mujer al hermano que le seguÃa.