Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncian las buenas noticias.
Bienaventurado el que no tropieza por causa de mÃ.»
“Tocamos la flauta, y ustedes no bailaron; entonamos cantos fúnebres, y ustedes no lloraron.â€
Porque vino Juan, que ni comÃa ni bebÃa, y dicen que tiene un demonio;
luego vino el Hijo del Hombre, que come y bebe, y lo califican de glotón y borracho, y de ser amigo de cobradores de impuestos y de pecadores. Pero a la sabidurÃa la reivindican sus hijos.»
Jesús comenzó entonces a reprender a las ciudades donde habÃa hecho muchos de sus milagros, porque no se habÃan arrepentido. Les decÃa:
«¡Ay de ti, CorazÃn! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ustedes, hace tiempo que en cilicio y cubiertas de ceniza ellas habrÃan mostrado su arrepentimiento.
Por tanto les digo que, en el dÃa del juicio, el castigo para Tiro y para Sidón será más tolerable que para ustedes.
Y tú, Cafarnaún, que te elevas hasta el cielo, hasta el Hades caerás abatida. Porque si en Sodoma se hubieran hecho los milagros que se han hecho en ti, hasta el dÃa de hoy habrÃa permanecido.
Por tanto les digo que, en el dÃa del juicio, el castigo para Sodoma será más tolerable que para ti.»
En ese momento, Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque estas cosas las escondiste de los sabios y de los entendidos, y las revelaste a los niños.
SÃ, Padre, porque asà te agradó.
El Padre me ha entregado todas las cosas, y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar.