Los israelitas se llevaron cautivas a las mujeres de los madianitas, y a sus niños, y les arrebataron todos sus bienes, lo mismo que todas sus bestias y todos sus ganados,
e incendiaron todas las ciudades y aldeas donde habitaban.
Recogieron todos los despojos, y todo el botÃn de guerra, tanto de hombres como de animales,
Por culpa de Balaam y de sus consejos ellas fueron la causa de que los hijos de Israel pecaran contra el Señor en relación con Baal Pegor. ¡Por eso hubo tan gran mortandad en la congregación del Señor!
«Hagan tú y el sacerdote Eleazar, junto con los jefes de los padres de la congregación, una relación del botÃn que se ha capturado, tanto de la gente como de los animales,
y repártelo entre los que salieron a la guerra y entre toda la congregación.
Del tributo de los que salieron a la guerra, apartarás para mà uno de cada quinientos hombres y uno de cada quinientos bueyes, asnos y ovejas.
Los tomarás de la parte que les toque, y se los darás al sacerdote Eleazar como la ofrenda que me corresponde.
De la parte que les toque a los hijos de Israel tomarás una de cada cincuenta personas, y uno de cada cincuenta bueyes, asnos y ovejas, y de cualquier otro animal. Todo esto se lo darás a los levitas, que tienen a su cargo mi tabernáculo.»
y le dijeron:«Tus siervos han pasado revista de los soldados que están bajo nuestro mando, y ninguno de nosotros falta.
Por eso hemos decidido presentar al Señor una ofrenda de las alhajas de oro, brazaletes, manillas, anillos, zarcillos y cadenas que cada uno de nosotros ha hallado, para hacer expiación por nosotros delante del Señor.»