Se sentará para refinar y limpiar la plata, es decir, limpiará y refinará a los hijos de Levà como se refinan el oro y la plata, para que ellos le presenten al Señor las ofrendas justas.
¡Ahora resulta que tenemos que llamar bienaventurados a los soberbios! ¡Los malvados no sólo prosperan, sino que ponen a Dios a prueba y salen bien librados!
Entonces los que temen al Señor hablaron el uno con el otro, y el Señor los escuchó atentamente. Luego, en su presencia se escribió un libro de actas para los que le temen y piensan en su nombre.