»Sucederá entonces que, si acaso alguien llega a profetizar, su padre y su madre que lo engendraron le dirán: “No mereces vivir, porque has mentido en el nombre del Señorâ€; y juntos su padre y su madre le quitarán la vida por pretender ser profeta.
»Cuando llegue el momento, sucederá que todos los profetas se avergonzarán de sus visiones y profecÃas, y nunca más volverán a ponerse vestidos de piel para engañar.
Más bien, cada uno de ellos dirá: “Yo no soy profeta, sino labrador de la tierra. Desde mi juventud he trabajado en el campo.â€
»Sucederá entonces que en toda la tierra las dos terceras partes serán destruidas, y se perderán; pero la tercera parte quedará con vida.—Palabra del Señor.