Pidan ustedes al Señor que llueva en la estación tardÃa, y el Señor enviará relámpagos y a cada uno le dará lluvia abundante y hierba verde en el campo.
Los terafines han comunicado mensajes sin sentido, los adivinos tienen visiones falsas, hablan de sueños ilusorios, y el consuelo que dan no sirve para nada. Por eso el pueblo sufre y vaga sin rumbo, como ovejas sin pastor.
Serán como los guerreros que, en la batalla, pisotean al enemigo en el lodo de las calles. Combatirán, porque el Señor estará con ellos, y los soldados de caballerÃa quedarán avergonzados.