antes de que entre en vigor el decreto, y el dÃa se pase como el polvo; antes de que caiga sobre ustedes el furor de la ira del Señor; ¡antes de que les sobrevenga el dÃa de la ira del Señor!
Ustedes, los humildes de la tierra, los que practican la justicia del Señor, ¡búsquenlo! ¡Busquen al Señor y su justicia! ¡Practiquen la mansedumbre! Tal vez el Señor los proteja en el dÃa de su enojo.
Porque Gaza quedará desamparada, y Ascalón será destruida; Asdod será saqueada en pleno dÃa, y Ecrón será arrancada de raÃz.
La costa del mar quedará convertida en praderas de pastoreo y en corrales de ovejas.
Allà cuidarán sus rebaños los sobrevivientes de la casa de Judá, y pasarán la noche en las casas de Ascalón, porque el Señor su Dios los visitará y los rescatará de su cautiverio.
El Señor extenderá su mano contra el norte y destruirá a Asiria, y convertirá a NÃnive en un montón de ruinas y en árido desierto.
Los rebaños y los ganados harán de ella su aprisco, y en sus dinteles dormirán los pelÃcanos, los erizos y todas las bestias del campo. Se oirán trinos en las ventanas, pero en las puertas habrá desolación porque sus paneles de cedro quedarán al descubierto.
¡Asà quedará la ciudad alegre, que tan confiada vivÃa! ¡Asà quedará la ciudad que en su corazón decÃa: «Yo soy única, no hay nadie como yo»! Y, sin embargo, quedará asolada; ¡quedará convertida en una guarida de fieras! Todos los que pasen cerca de ella, se burlarán y le harán señas con la mano.