Durante el reinado de JosÃas hijo de Amón, rey de Judá, la palabra del Señor vino a SofonÃas hijo de Cusi, hijo de GedalÃas, hijo de AmarÃas, hijo de EzequÃas.
«Voy a destruir por completo todo lo que hay sobre la faz de la tierra.—Palabra del Señor.
Voy a acabar con los que se apartan de mis caminos, y no me buscan ni me consultan.»
Guardemos silencio en presencia de nuestro Señor y Dios. Ya está cerca el dÃa del Señor. Ya el Señor ha preparado el sacrificio, y ha purificado a sus convidados.
»Cuando llegue ese dÃa, se escuchará un gran clamor desde la puerta del Pescado, graves gemidos desde la segunda puerta, y dolientes quejas desde las colinas.»—Palabra del Señor.
Lloren, habitantes de Mactes, porque todo el pueblo de mercaderes ha sido destruido. ¡Han sido destruidos todos los que traÃan dinero!
Por pensar asÃ, sus bienes serán saqueados y sus casas serán derribadas. Construirán casas, pero no llegarán a habitarlas; plantarán viñas, pero no llegarán a beber su vino.»
En el dÃa de la ira del Señor, nada podrá librarlos. Ni su plata ni su oro, porque toda la tierra será consumida por el fuego de su enojo. En un abrir y cerrar de ojos, el Señor destruirá a todos los habitantes de la tierra.