«Habla con los hijos de Israel y diles:“Cuando alguno de ustedes presente una ofrenda al Señor, la presentará de su ganado vacuno u ovejuno.
â€Si su ofrenda es un holocausto vacuno, ofrecerá de manera voluntaria un macho sin defecto. Lo ofrecerá delante del Señor, a la entrada del tabernáculo de reunión.
Pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y le será aceptado para expiación suya.
Luego desollará el holocausto y lo cortará en pedazos.
Entonces los hijos del sacerdote Aarón pondrán fuego sobre el altar, y compondrán la leña sobre el fuego.
Luego los sacerdotes hijos de Aarón acomodarán las piezas, la cabeza y la grasa de los intestinos, sobre la leña que estará sobre el fuego, encima del altar,
y enjuagarán los intestinos y las piernas, y el sacerdote quemará todo esto sobre el altar. Se trata de un holocausto. Es una ofrenda encendida de olor grato para el Señor.
â€Si su ofrenda para el holocausto la toma del rebaño de las ovejas o de las cabras, deberá ofrecer un macho sin ningún defecto,
Lo cortarán en trozos, junto con la cabeza y la grasa de los intestinos, y el sacerdote acomodará todo ello sobre la leña que arde sobre el altar;
enjuagará las entrañas y las piernas, y el sacerdote lo ofrecerá todo y lo dejará arder sobre el altar. Se trata de un holocausto, de una ofrenda encendida de olor grato para el Señor.
â€Si la ofrenda para el Señor es un holocausto de aves, su ofrenda será de tórtolas o de palominos.
El sacerdote la ofrecerá sobre el altar, y le quitará la cabeza y hará que arda en el altar, y exprimirá su sangre sobre la pared del altar.
Le quitará el buche y las plumas, las cuales echará hacia el oriente, junto al altar, en el lugar de las cenizas.
Partirá el ave por las alas, pero no en dos, y la dejará que se queme sobre el altar, sobre la leña que estará en el fuego. Es un holocausto. Es una ofrenda encendida de olor grato para el Señor.