Have not I commanded thee? Be strong and of a good courage; be not afraid, neither be thou dismayed: for the LORD thy God is with thee whithersoever thou goest.
Luego se levantará un rey muy valiente, el cual ejercerá su dominio haciendo gala de poder e implantando su voluntad,
pero en cuanto se levante su reino, se dividirá y se esparcirá por los cuatro vientos del cielo, pero no entre sus descendientes ni con el mismo dominio que antes ejerció, porque su reino será arrancado de raÃz y entregado a otros fuera de ellos.
Hasta se llevará a Egipto sus dioses e imágenes fundidas, lo mismo que sus objetos preciosos de plata y de oro, y durante muchos años se mantendrá en contra del rey del norte.
Luego incursionará en el territorio del rey del sur, y entonces volverá a su paÃs.
Vendrá luego el rey del norte y levantará baluartes, y tomará la ciudad fuerte, y las fuerzas del sur no podrán resistir ni con sus mejores tropas, porque se quedarán sin fuerzas.
Será sucedido por un hombre despreciable, que no recibirá los honores debidos a un rey, pero que vendrá sin aviso y usurpará el trono por medio de zalamerÃas.
Cuando la provincia se encuentre en paz y con abundancia, la atacará y hará en ella lo que nunca hicieron sus padres, ni los padres de sus padres, pues repartirá entre sus soldados el botÃn de guerra, y los despojos y riquezas, y llevará a cabo sus planes contra las fortalezas, aunque sólo por cierto tiempo.
Estos dos reyes sólo pensarán en perjudicar al otro, y en la misma mesa se engañarán; pero esto no les servirá de nada, porque el plazo aún no se habrá cumplido.
Entonces el rey del norte volverá a su paÃs con grandes riquezas, aunque antes se propondrá dañar al pacto santo, y luego de satisfacer sus deseos regresará a su tierra.
»En el momento señalado, este rey volverá al sur, aunque este último ataque no será como el primero,
Sus tropas se dedicarán a profanar el santuario y la fortaleza, y suspenderán el sacrificio continuo y en su lugar pondrán la abominación desoladora.
Los sabios del pueblo instruirán a muchos, aunque por algún tiempo morirán a filo de espada o en el fuego, o serán llevados cautivos y despojados de sus propiedades.
Al caer, pocos serán los que les ayuden, aunque muchos fingirán apoyarlos.
Será tal su soberbia que no mostrará ningún respeto por los dioses de sus padres, ni por los dioses de sus mujeres, ni por ningún otro dios, porque se creerá mayor que todos ellos.
En cambio, honrará al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron, y lo honrará con oro y plata, y con piedras preciosas y con objetos muy costosos.
Con la ayuda de un dios ajeno tomará las fortalezas más inexpugnables, colmará de honores a los que le reconozcan, y repartirá la tierra a cambio de dinero.