Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
El prÃncipe entrará por el camino del portal de la puerta exterior, y se quedará de pie junto al umbral de la puerta mientras los sacerdotes ofrecen su holocausto y sus ofrendas de paz; luego adorará junto a la entrada de la puerta, y entonces podrá salir; pero la puerta no se cerrará hasta la tarde.
Asà mismo, el pueblo del paÃs adorará delante del Señor, a la entrada de la puerta, en los dÃas de reposo y en los dÃas de luna nueva.
El holocausto que el prÃncipe ofrecerá al Señor en el dÃa de reposo consistirá en seis corderos sin defecto y en un carnero sin tacha;
con cada carnero ofrecerá veinte litros de cereal, con cada cordero la ofrenda será conforme a sus posibilidades, y con los veinte litros de cereal ofrecerá seis litros de aceite.
El dÃa de la luna nueva la ofrenda será de un becerro sin tacha, más seis corderos y un carnero, todos ellos sin defecto.
Con el becerro y con cada carnero ofrecerá veinte litros de cereal, pero con los corderos la ofrenda será conforme a sus posibilidades; por cada veinte litros de cereal deberá ofrecer seis litros de aceite.
»El prÃncipe debe entrar y salir por el camino del portal de la puerta,
pero cuando el pueblo de la tierra se presente ante el Señor durante las fiestas, los que entren por la puerta del norte deberán salir por la puerta del sur, y los que entren por la puerta del sur deberán salir por la puerta del norte. No podrán regresar por la misma puerta por la que entraron, sino que saldrán por la puerta de enfrente.
»En las fiestas y en las asambleas solemnes, la ofrenda será de veinte litros de cereal con cada becerro y con cada carnero; con los corderos, la ofrenda será conforme a sus posibilidades; con cada veinte litros de cereal deberá ofrecerse seis litros de aceite.
»Cada mañana ofrecerás en holocausto al Señor un cordero de un año, sin defecto,
junto con seis litros de cereal como ofrenda, más dos litros de aceite para mezclarlo con la flor de harina. Esta ofrenda para el Señor es un estatuto perpetuo, y se le debe ofrecer continuamente.
Asà que todas las mañanas deberán ofrecer el cordero, la ofrenda y el aceite, como holocausto continuo.»
Asà ha dicho Dios el Señor:«Si el prÃncipe da a sus hijos una parte de su propiedad, esta propiedad será la herencia de ellos.
Entonces aquel hombre me dijo:«En este lugar los sacerdotes cocerán la ofrenda por el pecado y por la expiación; cocerán aquà la ofrenda para no sacarla al atrio exterior, porque entonces el pueblo quedarÃa santificado.»
Luego me llevó al atrio exterior y me condujo por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón habÃa un patio.
En los cuatro rincones del atrio habÃa patios cercados, de veinte metros de largo y quince metros de ancho. Los cuatro patios medÃan lo mismo.
Alrededor de los cuatro habÃa una pared, y alrededor de las paredes, por la parte baja, habÃa fogones.
Entonces me dijo:«Éstas son las cocinas donde los servidores del templo cocerán la ofrenda del pueblo.»