»Cuando ustedes hagan el sorteo para dar a cada uno su propia tierra, deberán apartar para el Señor una parcela de doce y medio kilómetros de largo por cinco kilómetros de ancho. En la tierra de ustedes, esta parcela y sus contornos serán santificados y consagrados al Señor.
De esta parcela se apartará un terreno cuadrado, de doscientos cincuenta metros por lado, con una franja en su derredor de veinticinco metros, para sus ejidos. Ese terreno será para el santuario.
La parte consagrada de este terreno será para los sacerdotes, es decir, los ministros del santuario que se acercan para servir al Señor, y servirá para sus casas y como recinto sagrado para el santuario.
Asà mismo, se les dará en propiedad a los levitas, ministros del templo, un terreno de doce y medio kilómetros de largo por cinco de ancho, con veinte cámaras.
»Para la ciudad apartarán un terreno de doce y medio kilómetros de largo por dos y medio kilómetros de ancho, además del terreno apartado para el santuario. Éste será propiedad de todo el pueblo de Israel.
»La porción correspondiente al prÃncipe estará a uno y otro lado del terreno apartado para el santuario, y junto a la propiedad de la ciudad, frente a lo que se apartó para el santuario y frente a la propiedad de la ciudad, y su longitud se extenderá desde el extremo occidental hasta el extremo oriental.
Esta tierra será su posesión en Israel, para que nunca más mis prÃncipes opriman a mi pueblo Israel, sino que le den sus tierras según el número de sus tribus.»
Para sacrificio, para holocausto, para ofrendas de paz y para la expiación por ellos, una cordera engordada de un rebaño de doscientas corderas de Israel.—Palabra de Dios el Señor.
»Todo el pueblo en el paÃs estará obligado a dar esta ofrenda para el prÃncipe de Israel,
pero al prÃncipe le corresponderá contribuir con el holocausto, el sacrificio y la libación en las fiestas solemnes, en las lunas nuevas, en los dÃas de reposo y en todas las fiestas del pueblo de Israel. El prÃncipe dispondrá la expiación, la ofrenda, el holocausto y las ofrendas de paz, para hacer expiación por el pueblo de Israel.»
Asà ha dicho Dios el Señor:«El dÃa primero del mes primero tomarás de la vacada un becerro sin defecto, y purificarás el santuario.
El sacerdote tomará un poco de la sangre de la expiación y la pondrá sobre los postes del templo, sobre los cuatro ángulos del descanso del altar, y sobre los postes de las puertas del atrio interior.
»El dÃa catorce del mes primero celebrarán ustedes la pascua. Será una fiesta de siete dÃas, durante la cual se comerá pan sin levadura.
Ese dÃa el prÃncipe ofrecerá en sacrificio por el pecado un becerro, por sà mismo y por todo el pueblo del paÃs.
Durante cada uno de los siete dÃas de la fiesta solemne ofrecerá en holocausto al Señor siete becerros y siete carneros sin defecto, y un macho cabrÃo, en sacrificio por el pecado.
Con cada becerro y con cada carnero ofrecerá como ofrenda veinte litros de cereal, más seis litros de aceite por cada veinte litros de cereal.