Ya se acerca el dÃa. SÃ, ya está cerca el dÃa del Señor. Será un dÃa nublado, un dÃa de castigo para las naciones.
La espada vendrá contra Egipto. Cuando en Egipto caigan los heridos, EtiopÃa temblará de miedo; y se apoderarán de sus riquezas, y sus fundamentos serán destruidos.
EtiopÃa, Fut, Lud, toda Arabia, Libia, y sus aliados, caerán con ellos a filo de espada.»
»Cuando yo ponga fin al poder de Egipto, en Tafnes se oscurecerá el dÃa, y la soberbia de su poderÃo llegará a su fin; todo el paÃs se cubrirá de tinieblas, y los habitantes de sus aldeas serán llevados al cautiverio.
Voy a dictar sentencia contra Egipto, y asà sabrán que yo soy el Señor.»
«Date cuenta, hijo de hombre, de que al rey de Egipto le he roto su poderoso brazo, y nadie se lo ha vendado ni le ha aplicado ningún medicamento; tampoco se lo han ligado con un torniquete para darle la fuerza suficiente de sostener la espada.»
Por tanto, asà ha dicho Dios el Señor:«Yo estoy en contra del faraón, el rey de Egipto. Y voy a quebrarle los brazos, lo mismo el fuerte que el fracturado, para que la espada se le caiga de las manos.
Voy a esparcir a los egipcios por todas las naciones; voy a dispersarlos por todos los paÃses.