Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
Hasta la cigüeña en el cielo sabe cuándo ha llegado su tiempo. La tórtola, la grulla y la golondrina respetan los tiempos de su llegada. ¡En cambio, mi pueblo no conoce la justicia de su Señor!â€
»¿Cómo pueden decir que son sabios, y que la ley del Señor está con ellos? Lo cierto es que la pluma mentirosa de los escribas la ha convertido en mentira.
Por lo tanto, voy a entregar a otros sus mujeres, y sus campos a quienes los conquisten; porque todos, desde el más pequeño hasta el más grande, sólo siguen sus propios intereses; todos, desde el profeta hasta el sacerdote, sólo saben engañar.
Se les hace fácil sanar la herida de la hija de mi pueblo, con sólo decir “¡Paz, paz!†¡Pero no hay paz!
¿Acaso se avergüenzan de los hechos repugnantes que cometen? ¡No les causa la más mÃnima vergüenza! ¡No saben lo que es tener vergüenza! Por eso les advierto que, cuando los castigue, morirán entre los que van a morir.
Voy a arrancarlos por completo. No quedarán uvas en la vid, ni higos en la higuera. Todas las hojas se caerán. ¡Voy a quitarles lo que les habÃa dado!»—Palabra del Señor.
Esperábamos vivir en paz, y no llegó el bien; esperábamos el momento de sanar, y sólo vemos confusión.
Desde Dan se oye cómo resoplan los caballos. Tiembla la tierra al escucharse los relinchos de los corceles. Llegaron y acabaron con la tierra y su abundancia, con la ciudad y sus habitantes.
«Es que yo estoy lanzando contra ustedes serpientes y áspides, para que los muerdan. Contra ellas, no hay encantamiento que sirva.»—Palabra del Señor.
Es tan grande el dolor que siento, que mi corazón desfallece.