Cuando los vieron el rey SedequÃas de Judá y todos sus soldados, huyeron de noche. Salieron de la ciudad por el camino del jardÃn real, por la puerta entre las dos murallas, y el rey salió por el camino del Arabá.
A los que quedaron con vida en la ciudad, y a los que se habÃan pasado a su bando, y a todos los sobrevivientes del pueblo, Nabuzaradán, capitán de la guardia, los llevó cautivos a Babilonia.
Sin embargo, el capitán Nabuzaradán dejó en Judá a la gente pobre, que no tenÃa nada, y les dio viñas y terrenos.
En cuanto a JeremÃas, Nabucodonosor le habÃa dado a Nabuzaradán las siguientes instrucciones:
ordenaron sacar a JeremÃas del patio de la cárcel, para entregárselo a GedalÃas hijo de Ajicán, hijo de Safán, quien se lo llevó a su casa. Asà JeremÃas se quedó a vivir entre el pueblo.