Y tú, Pasjur, serás llevado cautivo, junto con todos los habitantes de tu casa. Llegarás a Babilonia, y allà morirás y serás enterrado, junto con todos los que te quieren, a los cuales has engañado con tus profecÃas.â€Â»
Cada vez que hablo, levanto la voz y grito «¡Violencia! ¡Destrucción!» No hay dÃa, Señor, en que tu palabra no sea para mà motivo de afrenta y de escarnio.
Pero tú, Señor, estás conmigo, como un poderoso guerrero. Eso hará que mis perseguidores tropiecen y no logren vencerme. Quedarán grandemente avergonzados, y no lograrán triunfar. Tan grande será su confusión, que jamás será olvidada.
¡Canten salmos al Señor!¡Cántenle alabanzas!¡El Señor es quien libra al pobrede morir a manos de los malignos!
¡Pero maldito sea el dÃa en que nacÃ!¡Maldito el dÃa en que mi madre me dio a luz!
¡Maldito aquel que le anunció a mi padre:«Felicidades. Ya tienes un varoncito»!
¡Que sea ese hombre como las ciudadesque el Señor destruyó sin misericordia!¡Que en la mañana y al mediodÃaoiga gritos que le anuncien el peligro!
Si el Señor no me hubiera dejado nacer,mi madre habrÃa sido mi sepulcro;¡me habrÃa quedado en su vientre para siempre!