Y si acaso te preguntan: “¿Y a dónde iremos?â€, diles esto de mi parte: “El que tenga que morir, marchará a la muerte; el que tenga que morir por la espada, por la espada morirá; el que deba morir de hambre, de hambre morirá; y el que deba marchar al cautiverio, al cautiverio marchará.â€
»Voy a enviar sobre ellos cuatro clases de castigo: espadas que los maten, perros que los despedacen, aves de rapiña que los devoren, y fieras salvajes que los hagan pedazos.—Palabra del Señor.
Jamás me he sentado en compañÃa de gente burlona, ni me he sentido importante por causa de tu profecÃa; al contrario, me siento aparte, porque tú me has llenado de indignación.