Yo hice todo esto con mis propias manos, y fue asà como todo llegó a existir. Yo pongo la mirada en los pobres y humildes de espÃritu, y en los que tiemblan al escuchar mi palabra.—Palabra del Señor.
»Ofrecerme un buey en sacrificio es lo mismo que matar a un hombre; ofrecerme una oveja es lo mismo que degollar un perro; presentarme una ofrenda es lo mismo que ofrecerme sangre de cerdo; quemar incienso es lo mismo que bendecir a un Ãdolo. Y como ellos optaron por seguir sus propios caminos y prefirieron seguir cometiendo lo que aborrezco,
Porque ella los amamantará en sus pechos, y los consolará y dejará satisfechos; ustedes serán amamantados, y disfrutarán de las delicias de su gloria.
Ciertamente, el Señor ha dicho:«¡Miren! Voy a extender sobre ella la paz y la riqueza de las naciones, como si fueran un rÃo desbordado. Ustedes serán amamantados y llevados en brazos, y mimados en el regazo.
Ustedes verán esto, y su corazón se alegrará y sus huesos se rejuvenecerán como la hierba. La mano del Señor se dará a conocer entre sus siervos, y su enojo se manifestará contra sus enemigos.
Ciertamente, el Señor vendrá en medio del fuego; sus carros vendrán como un torbellino, para descargar su enojo y su reprensión con la furia de una llama de fuego.
Ciertamente, el Señor juzgará con fuego y con su espada a toda la humanidad; ¡muchos serán los que mueran a manos del Señor!
»Y mes tras mes, y dÃa de reposo tras dÃa de reposo, todos vendrán a adorar en mi presencia. Yo, el Señor, lo he dicho.
Y cuando salgan, verán los cadáveres de aquellos que se rebelaron contra mÃ. Porque sus gusanos nunca morirán, ni se apagará su fuego. Y todo el mundo los verá con repugnancia.»