»Todos ustedes, los que tienen sed: Vengan a las aguas; y ustedes, los que no tienen dinero, vengan y compren, y coman. Vengan y compren vino y leche, sin que tengan que pagar con dinero.
Yo lo puse como testigo para los pueblos, y como jefe y maestro de las naciones.
Por causa del Señor tu Dios, por el Santo de Israel que te ha honrado, llamarás a gente que no conocÃas; pueblos que nunca te conocieron correrán a ti.»
Busquen al Señor mientras pueda ser hallado; llámenlo mientras se encuentre cerca.
»Asà como la lluvia y la nieve caen de los cielos, y no vuelven allá, sino que riegan la tierra y la hacen germinar y producir, con lo que dan semilla para el que siembra y pan para el que come,
»Ustedes saldrán con alegrÃa, y volverán en paz; los montes y las colinas cantarán al paso de ustedes, y todos los árboles del campo aplaudirán.
En lugar de zarzas, crecerán cipreses; en lugar de ortigas, crecerán arrayanes. Esto dará lustre al nombre del Señor; ¡será una señal eterna que durará para siempre!»