No gritará ni levantará la voz; no se hará oÃr en las calles.
No hará pedazos la caña quebrada, ni apagará la mecha humeante. Traerá la justicia por medio de la verdad.
No se cansará ni se fatigará hasta que haya establecido la justicia en la tierra; las costas esperarán sus enseñanzas.»
Asà dice Dios el Señor, el que ha creado los cielos y los despliega, el que extiende la tierra y lo que ella produce; el que infunde su aliento en el pueblo que la habita y da de su espÃritu a quienes la recorren:
Como pueden ver, los primeros acontecimientos se han cumplido, y ahora les anuncio nuevos acontecimientos; yo se los hago saber antes de que ocurran.»
¡Canten al Señor un cántico nuevo! ¡Que lo alaben desde los extremos de la tierra todos los que se hacen a la mar, y todo lo que hay en sus aguas; todas las costas y sus habitantes!
¡Que eleven su voz el desierto y sus ciudades, las aldeas donde habita Cedar! ¡Que canten los habitantes de Sela! ¡Que lancen gritos de júbilo desde la cumbre de los montes!
¡Que se glorifique al Señor! ¡Que se anuncien en las costas sus loores!
El Señor se levanta como un gigante; despierta enojo, como un guerrero. Grita y deja oÃr su voz; ¡arremete con fuerza contra sus enemigos!
«Desde hace mucho tiempo me he callado. He guardado silencio; me he contenido. Pero ahora voy a gritar como una parturienta; a un mismo tiempo voy a gruñir y jadear.
pero emprenderán la huida en completa vergüenza los que confÃan en los Ãdolos, los que dicen a las imágenes fundidas: “Ustedes son nuestros dioses.â€
»Ustedes los sordos, oigan; y ustedes los ciegos, abran los ojos y vean: