Entonces se abrirán los ojos de los ciegos, lo mismo que los oÃdos de los sordos.
Entonces los cojos saltarán como ciervos, y la lengua del mudo cantará; porque en el desierto serán cavados pozos de agua, y en la soledad correrán torrentes.
El páramo se convertirá en estanque, el sequedal en manantiales de agua, y en la guarida de los chacales crecerán cañas y juncos.
Allà habrá un camino empedrado, que será llamado «Camino de Santidad». No pasará por allà nada impuro, porque Dios mismo estará con ellos. Si alguien pasa por este camino, no se extraviará, por más torpe que sea.
Y los redimidos del Señor volverán. Vendrán a Sión entre gritos de infinita alegrÃa. Cada uno de ellos tendrá gozo y alegrÃa, y desaparecerán el llanto y la tristeza.