¡Ay del paÃs de amenazantes alas, que está al otro lado de los rÃos de EtiopÃa!
¡PaÃs que por el mar, y en naves de junco, envÃa mensajeros sobre las aguas! ¡Vayan, mensajeros veloces, a esa gente de gran estatura y de brillante piel! ¡Vayan al pueblo siempre temible! ¡Vayan a esa gente fuerte y conquistadora, cuya tierra es surcada por los rÃos!
Y ustedes todos, habitantes de la tierra, ¡fÃjense bien cuando se agite la bandera en los montes! ¡Presten atención cuando se toque la trompeta!
Entonces todos serán dejados para comida de las aves silvestres y de las bestias salvajes; sobre ellos pasarán las aves el verano, e invernarán todas las bestias salvajes.