Hallaremos toda clase de riquezasy llenaremos con despojos nuestras casas.
Comparte tu destino con nosotros,y compartiremos todos una misma bolsa.»
Pero, hijo mÃo, no vayas por su camino;¡aleja tus pasos de sus veredas!
Sus pies corren hacia el mal,¡se apresuran a derramar sangre!
No tiene caso tender una trampaa la vista de todas las aves;
pero ellos atentan contra su propia vida;¡ellos mismos se tienden la trampa!
Asà son las sendas de la gente ambiciosa:¡su propia ambición les quita la vida!
La sabidurÃa clama en las calles,y deja oÃr su voz por las plazas.
Clama en los principales puntos de encuentro;a la entrada de la ciudad expone sus razones:
«Ustedes, muchachos inexpertos y burlones,¿hasta cuándo seguirán amando la simpleza?¿Hasta cuándo seguirán burlándose de todo?¿Hasta cuándo aborrecerán el conocimiento?