“Ustedes han visto lo que he hecho con los egipcios, y cómo los he tomado a ustedes y los he traÃdo hasta mà sobre alas de águila.
Si ahora ustedes prestan oÃdo a mi voz, y cumplen mi pacto, serán mi tesoro especial por encima de todos los pueblos, porque toda la tierra me pertenece.
Ustedes serán para mà un reino de sacerdotes y un pueblo santo. Estas mismas palabras les dirás a los hijos de Israel.â€Â»
Tú debes poner un lÃmite alrededor del pueblo y decirles que se abstengan de subir al monte. Ni siquiera deben tocar sus lÃmites, porque cualquiera que toque el monte, morirá.
Al tercer dÃa por la mañana, hubo truenos y relámpagos, y una espesa nube se posó sobre el monte, y hubo un fuerte sonido de bocina, y todo el pueblo que estaba en el campamento se estremeció.
Y el Señor le dijo:«Anda, baja, y sube luego con Aarón; pero ni los sacerdotes ni el pueblo deben traspasar el lÃmite ni subir a donde estoy, para que no haga yo entre ellos ningún estrago.»