¡MÃranos, Dios y escudo nuestro,y posa la mirada en el rostro de tu ungido!
Es mejor pasar un dÃa en tus atriosque vivir mil dÃas fuera de ellos.¡Prefiero estar a la puerta de tu templo, oh Dios,que vivir en las mansiones de la maldad!
Tú, Dios y Señor, eres sol y escudo;tú, Señor, otorgas bondad y gloriaa los que siguen el camino recto,y no les niegas ningún bien.