Though I walk in the midst of trouble, thou wilt revive me: thou shalt stretch forth thine hand against the wrath of mine enemies, and thy right hand shall save me.
La reina Ester respondió:«Si en verdad soy del agrado de Su Majestad, y si a Su Majestad le parece bien, mi petición es que se me conceda la vida de mi pueblo y mi propia vida.
Porque a mi pueblo y a mà se nos ha vendido. ¡Se nos quiere destruir, matar y exterminar! Si se nos hubiera vendido para ser esclavos y esclavas, me callarÃa; pero nuestra muerte será para Su Majestad un daño irreparable.»
Ester dijo:«El enemigo y adversario es este malvado Amán.»Entonces Amán se trastornó ante el rey y la reina.
Lleno de ira, el rey se levantó del banquete y se fue al huerto del palacio, mientras que Amán se quedó para suplicarle a la reina Ester que le perdonara la vida, pues se dio cuenta del peligro que corrÃa por el enojo del rey.
Entonces Jarboná, que era uno de los eunucos del rey, dijo:«En la casa de Amán hay una horca de más de veinte metros de altura. La mandó hacer Amán para colgar a Mardoqueo, que fue quien habló en favor del rey.»Y el rey ordenó:«¡Cuelguen de ella a Amán!»
Y asà Amán fue colgado en la horca que habÃa mandado preparar para Mardoqueo. Con esto, la ira del rey se calmó.