Palabras de NehemÃas hijo de JacalÃas:«En el mes de Quisleu del año veinte, mientras yo me encontraba en Susa, que era la ciudad capital del reino,
Le dije:“Señor, Dios de los cielos, tú eres fuerte, grande y temible. Cumples tu pacto y eres misericordioso con los que te aman y guardan tus mandamientos. Yo te ruego
que prestes atención a las súplicas que de dÃa y de noche te hace este humilde siervo tuyo en favor de Israel. Reconozco que tu pueblo Israel ha pecado contra ti, lo mismo que mis antepasados y yo.
pero que si nos arrepentÃamos y te buscábamos y cumplÃamos tus mandamientos, y los ponÃamos por obra, tú nos harÃas volver y nos llevarÃas a la tierra que elegiste como residencia de tu nombre, aun cuando nos hubieras dispersado hasta los confines de los cielos.
â€Señor, somos tu pueblo; somos tus siervos. ¡Tú, con tu gran poder y tu brazo poderoso, nos liberaste de la esclavitud!